lunes, 5 de marzo de 2007

El don de la oportunidad


"- ¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!"

"- Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en su favor."

"- Hasta luego cariño... ¡Caramba!, la cuenta de la cena es carísima... ¡Es un escándalo!... ¡Yo que tú no la pagaría!"

"- ¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio?
- Amo a mi marido.
- A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca."

Todas estas frase le pertenecen a Groucho Marx, genial humorista que no tuvo el don de la oportunidad, o por lo menos no la tuvo a la hora de morirse, salvo que esa fuera otra broma, ya que se murió tres días después que Elvis Presley,

Y no había rango de competencia entre un humorista con el epitafio : "Disculpe que no me levante". en su tumba, contra el despliegue de gente con jopo rasgándose las vestiduras.


Y el cantante que cambio la forma de robarle a los negros, y de mover las caderas si habia algo no tenia, era humor.

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